Opinion

26.Nov.2016 / 02:46 pm / Comentarios desactivados en EL REVOLUCIONARIO IMPRESCINDIBLE

FIDEL 1

Por: Gerardo Molina

Es en este escalón superior de la especie humana donde forjó Fidel su talante de constructor, fue ahí donde «el caballón» al decir de su pueblo, desplegó su praxis transformadora, desde el asalto al cuartel Moncada combatiendo contra la dictadura de Batista mamarracho pitiyanqui, mandadero tenebroso de los designios del imperialismo racista, anglosajón, blanco, protestante, desde ahí su talante fue piedra angular para la lucha, supo separar siempre la tensión de su talante, en ese momento duro, difícil, escabroso, enfrentado contra el poder fáctico, nos dejó una pieza maravillosa, ese testamento temprano y postrero que fue su propia defensa como abogado y político y al que titulara: “La historia me absolverá», en esta pieza magistral nos dice «…cuando los hombres llevan en la mente un mismo ideal, nada puede incomunicarlos, ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios, porque un mismo recuerdo, una misma alma, una misma idea, una misma conciencia y dignidad los alienta a todos». Aquí con 26 años ya prefiguraba su esencia y estatura superior.

Entrando años después en la Habana como líder de la revolución y frente a más de un millón de almas le preguntaba a Camilo Cienfuegos su amigo, camarada y hombre de absoluta confianza, ¿cómo voy Camilo? A lo que el barbudo amigo le contestó vas bien Fidel! y estallaron los gritos y las algarabías del pueblo atento,  empezaba ahí la más larga fructífera y comprometida lucha contra el imperialismo a 90 millas del centro del poder imperial, una isla que Fidel convirtió en súper potencia del tablero geopolítico internacional, superando duros momentos de alta tensión; el ataque de bahía de cochinos, la crisis de los misiles, los marielitos, más de 200 atentados a su vida.

Fue Fidel conformando el alma de la Cuba grande pidiendo hijos como el Che, quien se llevó su ejemplo de constructor como se lo escribió en su carta de despedida, con quien estudio en curso de formación el capital de Marx, para despojarlo de dogmatismos y supercherías, Fidel hizo del pensamiento su sustrato teórico para la acción revolucionaria; años después en New York ante la insistente pregunta de un periodista gringo, quien le inquiría si era cierto que el usaba un traje especial contra las balas enemigas, a lo que Fidel riéndose y retirando de sus labios su, para el momento habitual habano, y abriendo su camisa y en tono definitivo le contesto: «… Yo siempre traigo puesto mi chaleco moral, ese siempre me acompaña y protege, esa es mi defensa…. Mi Chaleco moral»; practicó el internacionalismo proletario, militante, y apoyo las luchas de los revolucionarios marxistas en Angola, que se enfrentaban al injerencismo de la CIA y sus lacayos, allí combatió el ejército cubano, desde allí atacaron y derrotaron a las tropas del fascismo Sur Africano dando paso al inicio del derrumbe del apartheid, al derrumbe de la segregación del  racismo, conocido,  aceptado y naturalizado por el capitalismo y sus derechas, ahí, Fidel una vez más fue estratega inclemente contra el interés imperial, colonizador del alma y de las mentes de los pueblos, como siempre lo hizo y como siempre nos lo dijo repitiendo a su amado prócer Martí «un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército». Como se lo reconoció Nelson Mandela al salir de la cárcel y abrazarlo en la Cuba revolucionaria.

Practicó su internacionalismo con obstinación, su antimperialismo con firmeza y la idea socialista con pasión, con coraje; reconoció sobre estas tres categorías en Chávez la encarnación del tridente revolucionario, de él, con él, construyó una relación única de enseñanza mutua, de aprendizaje permanente, hicieron estos hombres superiores de la utopía una concreción y de la dialéctica un método, se reconocieron sin ambages, de Chávez dijo Fidel «… Fue el mejor amigo que tuve en toda mi vida de actividad política».

Hoy abre entonces las alas un gigante más para arroparnos e invitarnos a continuar en la lucha,  hoy no hay tristeza posible, hoy temblará el cielo porque habrá reunión de gigantes en la cima, hoy los pueblos irredentos miran sus pasos para avanzar en la construcción libertaria, socialista, hoy estamos más comprometidos, más hermanados los constructores de sueños, porque se queda Fidel el Caballón, se queda Chávez el arañero, se queda su utopía, su dialéctica y su socialismo posible, su verdad y su lucha, su moral y su combate.

Honor y gloria al gigante Fidel!

Gerardo Molina (Secretario General de Gobierno)