POR: Alexi Rodríguez
Las recientes decisiones en materia económica, específicamente en política monetaria, adoptadas por el gobierno del presidente Nicolás Maduro, en coordinación con las autoridades del Banco Central de Venezuela, revisten un carácter inusual y extraordinario(Obama dixit), han abortado las amenazas de un golpe de estado financiero, planificado y aplicado cuidadosamente por la oligarquía nacional con apoyo de los centros financieros y mediáticos norteamericanos y de la oligarquía uribista colombiana.

La certera decisión de recoger en 72 horas, mas de la mitad del flujo monetario nacional, representado en los billetes de cien bolívares, del cual casi un treinta por ciento fue extraído del país por mafias colombianas que se dedican al contrabando de gasolina y lavado de dinero, contando con la complicidad de venezolanos que venden su patria por tres lochas, y un setenta por ciento restante se encontraba acaparado en su mayoría en las arcas de comerciantes y empresarios vinculados a la estrategia golpista, cuya función en este caso era contribuir a la desmonetización de la economía al retener la circulación del efectivo, para generar un colapso del sistema de pagos asociados a la banca, y propiciar el descontento popular que estimularan hechos de violencia y una insurrección popular que derrocara al gobierno de Maduro.

Nunca se había dado tan contundente golpe a la oligarquía parasitaria nacional, asociadas a las mafias de todo tipo que han penetrado muy profundo en el territorio y espíritu nacional, controlando amplios mercados de combustible, alimentos, medicamentos, repuestos, insumos agrícolas y hasta el propio papel moneda, construyendo un entramado de corrupción que se mueve en los distintos estamentos de la vida pública y ciudadana. No se esperaban una reacción tan contundente y efectiva del gobierno del Presidente Nicolás Maduro.

Una decisión de tal naturaleza y magnitud, con los costos políticos que ella implica no tiene parangón en la historia patria, y para asumirla se requiere mucha fortaleza política y confianza en el pueblo, que es lo que ha demostrado el Presidente Nicolás Maduro. Esta decisión y las siguientes anunciadas por el Jefe de Estado, demuestran su profundo compromiso en la defensa del pueblo venezolano y las garantías sociales logradas en revolución, y su irreversible disposición de enfrentar y derrotar a quienes conspiran contra la república y la paz nacional.

Por el momento podemos enumerar parte de los efectos positivos que las medidas aplicadas han generado en la economía nacional.
1) Capitalización del sistema bancario nacional, y por consiguiente fortalecimiento y estabilización de la misma, que ahora puede dispensar a la población, el efectivo que esta requiere para cubrir sus necesidades de financiamiento.

2) Reducción del exceso de liquidez existente en el flujo monetario nacional, lo cual estabiliza la demanda de bienes y servicios, incidiendo de manera importante en la formación de los precios, y favoreciendo la estrategia del gobierno para revertir el crecimiento de la inflación.

3) Crecimiento sustancial del ahorro nacional, lo que permite a la banca tener dinero suficiente para cubrir sus obligaciones y ofrecer nuevos productos bancarios, de igual manera el ejecutivo nacional tiene garantizado el financiamiento público sin necesidad de recurrir a la maquinita de hacer billetes.

4) Crecimiento de la banca electrónica, lo que reduce sustancialmente los costos operativos del sistema bancario nacional, al reducir gastos de transporte, seguridad, almacenamiento y custodia de dinero y valores, de igual manera reduce al estado los costos en la impresión de papel moneda, fortaleciendo nuestra independencia financiera.

5) Incremento de la bancarización de la población que genera amplias perspectivas para el crecimiento y expansión del sector bancario nacional, el cual debe extenderse en todo el territorio nacional.

6) Mejoramiento de la confianza popular y de los sectores productivos nacionales que apuestan a la agenda económica bolivariana, en la capacidad del gobierno del Presidente Nicolás Maduro y su gobierno para enfrentar, combatir y vencer la guerra económica, lo cual genera expectativas favorables para la inversión y el crecimiento económico el próximo año.

7) Desarticulación de las redes económicas mafiosas y violentas, que forman parte del entramado conspirativo de la burguesía nacional y su brazo político la MUD, disipando las salidas golpistas , lo que significa un escenario más favorable para el desarrollo de las políticas públicas.

8) Reducción del circulante en manos de bachaqueros, contrabandistas y sectores de la población vinculadas diariamente a actividades informales, favoreciendo el comercio legal y estable, y en consecuencia la recaudación tributaria.

9) Reducción sustancial del efectivo en manos de organizaciones criminales dedicadas al secuestro, extorsión., narcotráfico, corrupción, prostitución, impactando favorablemente en la seguridad nacional y ciudadana.

10) Racionalización del uso del efectivo en manos de empresarios y comerciantes, que aprendieron que no es necesario ni conveniente acumular grandes cantidades de efectivo para el financiamiento de sus actividades.

11) Derrota de la página Dólar Today como marcador referente de la transacción de la divisa norteamericana, y abastecimiento de sus efectos sobre los precios de los bienes y servicios.

12) Quiebra de los operadores cambiarios ilegales asentados en Cúcuta, que actuando con la complacencia del gobierno colombiano, agredían la economía nacional, financiando numerosas actividades ilícitas.

13) Obligación del gobierno colombiano de atender a su población fronteriza con Venezuela, y a considerar los planteamiento que desde hace tiempo se le han expuesto sobre las actividades de las mafias que operan desde el vecino país.

14) Disminución del contrabando de extracción de combustible, alimentos y billetes que se propiciaban desde la hermana república.

15) Paralización de “la compra de Venezuela”, estrategia que han implementado con total impunidad las mafias vinculadas al lavado del dinero proveniente del narcotráfico contrabando y otras actividades ilícitas, que se han adquirido innumerables bienes en el país, generando una burbuja inflacionarias en los estados fronterizos, especialmente en los sectores inmobiliario y automotriz.

En los primeros días de implementación de las medidas la mayoría del pueblo venezolano se mostró confundido y contrariado por las mismas, pero al paso del tiempo se van apreciando sus efectos favorables, y entonces se entiende la necesidad de las mismas y que no se trata de políticas improvisadas, por lo que se retoma la confianza en el gobierno.

El año 2017 nos depara seguramente nuevas confrontaciones, pero el gobierno se encuentra fortalecido financieramente, y con completo dominio del escenario político. La burguesía no cesará en su intento por truncar la revolución. La movilización popular y la eficacia en la política económica determinarán los éxitos del gobierno. Por ahora, la revolución sigue, y halla un horizonte sobre el cual avizorar nuevas victorias.