En una interesante conferencia llevada a cabo en el Museo de Ciencia y Tecnología de Mérida, el Prof Jaime Péfaur, biólogo de la Universidad de los Andes, dijo mucho mas de lo que se acostumbra a escuchar con respecto al tema de la importancia del agua. La exposición titulada “El patrimonio acuífero de los Andes Merideños” fue una verdadera cátedra de cultura integral y ecológica sobre el valor del preciado líquido que conjuga todo tipo de elementos técnicos, sociales, científicos, económicos y hasta poéticos sobre el agua en todas sus formas.

En un ejercicio de imaginación Péfaur plantea que si un grupo de seres extraterrestres observara el planeta tierra y advirtiera la enorme proporción en la cual toda la hidrografía cubre este mundo, concluiría inevitablemente que los seres que lo habitan son predominantemente acuáticos. Con mucha mas razón afirmaría que los venezolanos y en particular los habitantes de todo la región de los andes, son seres de agua.

Para el Prof Péfaur estudiar el agua y su relación con los seres humanos es estudiar desde su cultura hasta su esperanza de vida. El agua que baja por el cauce de un río puede mostrar, por la erosión que causa en las piedras, la edad geológica de aquel lugar, tiempo en el cual se desarrollan las costumbres sociales y económicas de la población que lo habita. Esa misma agua da vida a los campos de cultivo, a los animales de cría y desde luego a los seres humanos a la vez que ofrece alimento a todos. Sin embargo y en injusta reciprocidad, los seres humanos retornan al agua todos sus desechos que la contaminan.

Cuando las personas puedan interpretar correctamente la relevancia de su entorno acuífero, afirma Péfaur, lo pensarán mejor antes de intentar desviar el curso natural de un río o instalar una manguera de seis pulgadas de diámetro en una naciente. El agua tiene un valor material incalculable que no se debería etiquetar, embotellar y exhibir para la venta en una nevera. Divulgación/@MucytMerida.