«No es verdad que el señor (Leopoldo) López dijo que siguieran en la calle hasta que cayera el Gobierno, y lo puedo probar», manifestó el dirigente socialista.

El dirigente socialista Jorge Rodríguez desmintió las mentiras esbozadas por la derecha venezolana, en relación a la vista que éste, la canciller Delcy Rodríguez y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero le hicieron al opositor Leopoldo López, preso por su responsabilidad en la muerte de 43 venezolanos en 2014.

Este lunes Lilian Tintori, esposa de López, declaró que el dirigente opositor se negó a aceptar un beneficio de casa por cárcel, porque «no se trata de la libertad de un hombre, se trata de la libertad de toda Venezuela».

Estas declaraciones «no son verdad» dijo Rodríguez, quien acusó a Tintori de entorpecer junto al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), el opositor Freddy Guevara, el proceso de diálogo impulsado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, con la ayuda del político español.

«La verdad es que (López) sí quería y usted y Guevara quién sabe con qué fines lo impidieron», sostuvo Rodríguez, quien aclaró que la visita a la cárcel militar de Ramo Verde, en la ciudad de Los Teques (centro), fue en el marco de la Comisión Nacional por la Verdad, la Justicia, la Atención de las Víctimas y la Paz, que actualmente lidera la canciller.

Durante la emisión del programa Política en el Diván que transmite el canal estatal Venezolana de Televisión, mostró una carta firmada por el dirigente opositor enviada el año anterior a Aristóbulo Istúriz, quien presidía en ese momento la Comisión por la Verdad, en la cual aceptaba colaborar con la instancia.

Luego de hacerse público el encuentro en Ramo Verde, se publicó a través de la cuenta en Twitter de López un video en el que éste llama a continuar las protestas que vive la nación desde el pasado 1° de abril y que han dejado 65 muertos y más de un millar de heridos, según cifras del Ministerio Público (MP).

Rodríguez dijo que este audiovisual fue «grabado hace tres semanas y editado en los Estados Unidos» y que había sido publicado con la intención de «incendiar las calles» del país.