Opinion

27.Feb.2021 / 10:35 am / Comentarios desactivados en EL 27F FUE LA INSURGENCIA CONSCIENTE DE UN PUEBLO EXPLOTADO Y MASACRADO

 

El lunes 27 de Febrero de 1989 empezó una etapa de la historia venezolana que aún no culmina. Ese día el bravo Pueblo venezolano, haciendo uso legítimo de su Poder Popular Constituyente Originario respondió con energía y claridad a los atropellos e injusticias de los gobiernos de la IV República.

La rebelión popular y social, que fue denominada “El Caracazo”, tuvo como protagonista el espíritu combativo de los venezolanos, de las venezolanas, de todos los patriotas y todas las patriotas.

Con el paso del tiempo, los 40 años de traiciones, crímenes contra el pueblo y su dirigencia popular, de reiteradas violaciones a los derechos humanos, de entreguismo al imperialismo norteamericano, de corruptelas, hambre, miseria y represión, parecían consolidarse como cosa normal, elementos naturales y normales de la realidad que cotidianamente se sucedían en el país, hasta que la rabia se desbordó por las calles. El conformismo y el temor a la represión lo dejamos de lado para confrontar y enfrentar en la
calle los mecanismos que intentaban contener las luchas del pueblo por una vida digna.

 

El empobrecimiento acelerado del país durante los gobiernos de la traición Cuarta Republicana de Adecos y Copeyanos, estaba acompañado además por una campaña engañosa.

Durante las últimas gestiones, llámese Campins, “el hipotecado”, para transitar hacia el famoso “viernes negro” y la fingida candidez de Lusinchi (registrada con la ingenua frase “la banca internacional me engañó”) profundizó la crisis y, sin más distracciones gobierneras, el país se encontró encerrado entre el desplome de la economía y los paquetes de organismos multilaterales como el Fondo Monetario
Internacional o el Banco Mundial.

El 16 de febrero de 1989, un día después de asumir la presidencia de la República durante una ostentosa ceremonia que popularmente se le llamó “la coronación”, el asesino Carlos Andrés Pérez anunció el “paquete económico”, o “paquetazo”, diseñado con el objetivo de entregar el país a la banca internacional para seguir empobreciendo y jodiendo al pueblo.

El paquetazo contra el pueblo contemplaba: solicitar un préstamo en principio de 4 mil 500 millones de dólares al FMI en los siguientes 3 años; entrega de pozos de petróleo, zonas mineras y cabezas de playa como “garantía” de pago, liberar las tasas de interés, activa y pasiva en todo el sistema financiero; eliminar la tasa de cambio preferencial; dejar que el mercado libre fijara el precio de las divisas y efectuar las transacciones internacionales con ese precio, la liberación de precios de los productos, incluidos los de la canasta básica; aumento progresivo de la gasolina y de los servicios públicos
como agua, gas doméstico, electricidad, y además, del transporte público. Así mismo la eliminación de todo subsidio de carácter social, entre otras impopulares y criminales medidas.

El incremento del costo del pasaje, como consecuencia directa del aumento del el precio de la gasolina, fue la mecha que comenzó a arder los días 25 y 26 y sirvió de detonante de la rebelión popular del 27 de febrero.
La historia contemporánea de Venezuela empezó a cambiar desde la misma madrugada del lunes 27 de febrero de 1989.

Los responsables del transporte público iniciaron su jornada cobrando el doble de las tarifas y desconocieron el pasaje estudiantil.

Antes de la 6 de la mañana, estudiantes y trabajadores que acudían a sus actividades rutinarias, se negaron a pagar el aumento de los precios y protestaron contra el atropello. Guarenas se convirtió rápidamente en el hervidero más importante de la protesta popular por su condición de ciudad
dormitorio, que alojaba a una gran cantidad de nuestro pueblo humilde que estudiaba y trabajaba en Caracas. A las 7:30 a.m. ya teníamos noticias que reportaban la quema de vehículos y los primeros saqueos de establecimientos comerciales.

El pueblo se arrecho y paso a la ofensiva.

La rebelión de un valiente pueblo se extendió al otro lado de la ruta Guarenas-Caracas y el terminal de pasajeros del Nuevo Circo fue ocupado por estudiantes y dirigentes sociales que acudimos a denunciar a los chóferes del sindicato adeco y la criminal e impopular política gubernamental. Junto a Darío Vivas, siendo ambos concejales de Caracas por el MAS en esa época, y otros dirigentes de izquierda (compañeros que tiempo después formaron lo que denominaron en ese entonces la Coordinadora Popular de Caracas, para agrupar a los diversos movimientos sociales y organizaciones políticas de
revolucionarios que coincidíamos en la lucha, y donde recuerdo que como dirigentes de la misma asistían a las reuniones que se hacían para planificar defender los derechos del pueblo sobre todo en la antigua cámara municipal del Concejo Municipal de Caracas, Eduardo Piñate, Erika Farias, NMM y otros), nos lanzamos a la calle en acompañamiento de lucha.

De manera espontánea y sin liderazgos partidistas, la protesta se regó por toda la ciudad.

Recorriendo con Darío Vivas la ciudad en moto, observábamos como aparecieron barricadas que bloquearon el tráfico en las avenidas Bolívar, Fuerzas Armadas; Plaza Venezuela, la autopista Francisco Fajardo, la avenida Sucre y otras vías y sectores.

Tuvimos noticia que la rebelión popular alcanzó el interior del país cuando San Cristóbal, Barquisimeto, Maracay, Barcelona, Puerto La Cruz, Mérida, Maracaibo y Valencia se incorporaron a la protesta popular.

La arrechera popular llevo a que se generaran saqueos en diversos sitios.

La respuesta del Gobierno Adecopeyano fue la represión desmedida, brutal, criminal. La policía disparaba de manera indiscriminada sus armas automáticas contra la gente que participaba en las manifestaciones y saqueos. En otros lugares, observamos como los funcionarios policiales
permitieron un saqueo controlado.

Además de la represión hacia el pueblo, la otra imagen emblemática fue el desfallecimiento ante las cámaras de televisión del ministro de Relaciones Interiores, el represor Alejandro Izaguirre, asustado ante una población enardecida.

Así son ellos, le tienen terror al pueblo, al pueblo que han traicionado, reprimido y despreciado.
Al final de la tarde, el criminal Carlos Andrés Pérez apareció en televisión para anunciar la suspensión de las garantías constitucionales y el establecimiento del Estado de Emergencia.

La orden fue que la Guardia Nacional y el Ejército reprimieran a sangre y fuego los disturbios y con ella se desató la segunda gran arremetida contra la población. Sectores populares con alta densidad de población en Caracas como Catia, Petare y El Valle fueron sometidos al fuego de militares que recibieron la orden de disparar contra el pueblo y nuestras viviendas, en una suerte de versión actualizada del
“disparar primero y averiguar después”, muy típico de los asesinos adecos. A nuestro lado vimos caer a compatriotas, amigos, vecinos, incluso a familiares, víctimas de la bala Cuarta Republicana que gobernaba para ese entonces, esto no lo leímos ni nos contaron, lo vivimos y aquí lo contamos.
Un balance general de este despertar del pueblo en rebelión popular muestra que el enfrentamiento disparejo dejó, entre otras cosas: más de 3.500 muertos, y no 300 como reportó el Gobierno; los rostros visibles de Carlos Andrés Pérez y del entonces ministro de la defensa Italo del Valle Alliegro como responsables intelectuales de la orden de masacrar al pueblo; la defensa del dinero, antes que las
personas por parte de los organismos multilaterales; el duelo en miles de familias venezolanas; cientos de detenidos, otro tanto desaparecidos y la arrechera en Dolor Mayor de todos nosotros.

Pero como toda crisis origina nuevas posibilidades, el 27 de Febrero despertó el espíritu y la conciencia del pueblo venezolano para retomar las luchas por sus derechos, además, abrió camino a otros procesos como la rebelión Cívico-Militar del 4 de febrero de 1992. Así lo confirmó el Comandante Supremo Hugo Chávez, líder de la rebelión de la dignidad Militar del 4F: “Lo del 27 y el 28 de febrero fue la insurgencia de un pueblo explotado y masacrado. La revolución profunda de un pueblo que se cansó de ser vejado
y fue un disparador del 4 de febrero, fue un acelerador del proceso que ya venía cocinándose, que ya había sido engendrado en lo más profundo de las entrañas del Ejército”.

Este 27 de febrero de 2021, cuando se cumplen 32 años de “El Caracazo”, se puede asegurar con certeza que el lunes 27 de Febrero de 1989 empezó una etapa de la historia venezolana que aún no culmina.
Aquí vamos, el Ejército del Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez, guiados por nuestro líder, el Presidente Obrero Conductor de Victorias Nicolás Maduro Moros y nuestro Primer Vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello Rondón, junto a la dirigencia política y social de la revolución, hombres, mujeres, soldados, jóvenes, obreros, campesinos, en fin el pueblo dirigente de vanguardia, avanzando, unidos ante las adversidades, enfrentando y  derrotando a la canalla mediática, a los golpistas antipatria
que se refugian en partidos terroristas de la derecha, con la bendición de la cúpula podrida de la iglesia Venezolana, agrupados en lo que es un partido político más, la Conferencia Episcopal, cenáculo de conspiradores, hambreadores del Pueblo y organizadores de acciones terroristas y de desestabilización de la vida del país.

En armoniosa y perfecta unidad Cívico-Militar enfrentamos y derrotamos los intentos de golpe de Estado, hemos logrado frustrar diversos atentados a la vida de nuestro Presidente Nicolás Maduro, a líderes de la revolución Bolivariana, enfrentar invasiones, sabotajes, la criminal guerra económica
y “sanciones” que afectan a nuestro pueblo, al no poder tener acceso oportuno, cuando lo requiere a medicinas, alimentos, insumos y demás requerimientos producto de la acción imperial para castigar y asesinar a nuestro pueblo, pero que gracias a políticas, estrategias y alianzas de nuestro gobierno
con gobiernos amigos, hemos logrado atender a nuestra población que tanto necesita de los mismos. Las llamadas “sanciones” que nos han impuesto, es contra el pueblo a modo de castigo imperial, y las mismas son pedidas y  avaladas por quienes en su rol de traidores a la patria andan por el mundo pidiendo la aplicación de las mismas, mientras paralelamente roban los activos y recursos en el exterior que le pertenecen a los venezolanos y a las venezolanas, empresas, filiales de industrias, dineros, oro, etc. Pero se las llevamos anotadas y los tenemos identificados. Habrá justicia. Avanzamos en la construcción de la Suprema Felicidad de nuestro Pueblo, defendiendo la Paz, la Soberanía de la Patria y nuestro Socialismo a la Venezolana, guiados por el sagrado legado de nuestro Comandante de Todos los Tiempos Hugo Chávez y bendecidos por él, quien desde la otra etapa de la vida, sigue a nuestro lado protegiéndonos y señalando el camino que ese 27F se inicio en la conciencia del Pueblo y que luego un 4F irrumpimos por el rescate de la dignidad y que nos llevo después a que en unión Cívico-Militar,
conquistáramos la victoria en elecciones el gobierno del pueblo, el gobierno que por siempre será del pueblo venezolano y no dejaremos que vuelva la traición a imponerse.

En estos tiempos de continua agresión imperial, de amenazas de invasión contra el suelo sagrado de la Patria, de guerra económica inclemente contra el Pueblo, lo ratificamos: aquí no se rinde nadie, somos los guardianes del legado de nuestros Libertadores Bolívar y Chávez. Que nadie se equivoque con nosotros porque estamos dispuestos a lo que sea por la Patria, por nuestra historia y dignidad, de allí que a los cuatro vientos lo proclamamos, Patria o Muerte y tengan la seguridad que a la final,

NOSOTROS VENCEREMOS!!!.
Hoy tenemos Patria.
Fidel Ernesto Vásquez
27F-2021