Opinion

17.Ago.2019 / 04:34 pm / 1 Comentario

Por: Wilmer Iglesias

En una entrevista le preguntaron al escritor argentino Jorge Bucay que además es médico, psicodramaturgo, terapeuta gestáltico,si podría definir el amor y contestó; que tanto como definirlo no, pero que si le permitían iba a contar un cuento que nos podría ayudar a entender este sentimiento. Algo parecido nos pasa cuando nos preguntan si podemos definir la revolución y al igual que este prolifero escritor nos podemos apoyar en su capacidad para comunicar haciendo uso y abuso de su cuento sobre el amor a través de una osada, atrevida y muy distante versión de lo contado por él.

En un país donde vivían todas las emociones, un día la Sabiduría les dijo:

Quiero avisarles a todos que el país entrará en crisis y todos dijeron:

¡No puede ser!

¿Cómo es eso, que crisis?

Si, crisis

¿No estarás equivocado?

Yo nunca estoy equivocado

Y la Sabiduría les dijo: No sé ustedes, pero yo hablé con la Previsión y juntos hicimos un avión y nos vamos a ir al país de al lado o a cualquier otro, les recomiendo que hagan algo para abandonar este país, porque el que queda va a desaparecer para siempre, lo que no les dijo o quizás olvidó la Sabiduría mencionar fue el ¿por qué? de la crisis, cómo llegamos a ella, quiénes la generaron, la estimularon y profundizaron.

Entonces todos los sentimientos que son los que viven es ese país empezaron hacer un bote, una balsa, una barca, “un Plan”.

La Sabiduría finalmente se fue junto con la Previsión y todos comenzaron a irse, menos el Amor, porque el amor dijo:

¿Cómo nos vamos a ir? Después de todo lo que yo he vivido aquí, ¿Y las misiones? ¿Y la constitución? ¿Y la revolución? ¿Y Chávez? ¿Cómo es que el país va a desaparecer? ¡No puede ser!

Seguramente es una falsa impresión y el país entro en crisis. Posiblemente, va a volver a resurgir.

Y la crisis se fue incrementando cada vez más.

Seguidamente, el Amor se daba cuenta que si no tomaba una decisión en cuanto a la relación con su país, se iba a hundir con él y podía desaparecer para siempre.

Entonces, como no había hecho ningún plan (que no fuese otro que construir el país que nos merecemos) “ningún barco”; recorrió cada región del país, se paró en un lugar muy alto para tener una visión periférica de la situación, en ese momento vió pasar el barco de la Riqueza. Le dijo: Riqueza tienes un barco tan grande, llévame contigo, yo no tengo barco.

La Riqueza, que escondía al Egoísmo y a la Avaricia, le dijo:

¡Me encantaría! el barco es grande, Claro! Pero está lleno de oro, piedras preciosas y joyas; No tengo espacio para tí.

Entonces vió pasar el barco de la Vanidad, junto a la Arrogancia y la Envidia; Vanidad que barco tan bonito, ¿Me haces un lugar para salvarme?

No puedo, ¡mírate como estás! Estás todo flaco, rotoso, lloroso, afearías mi barco, disculpa! ¡Lo siento!

Por último pasó la Tristeza, quien ocultaba a la Ira y a la Culpa; y el Amor le dijo: ¿Tristeza hermana, no tengo barco, me llevas? Y la Tristeza le dijo, yo te llevaría, pero estoy tan triste que prefiero estar sola.

Entonces el Amor se dió cuenta que por no entender y decidir qué hacer en la crisis, iba a desaparecer para siempre, y en ese momento escuchó que lo llamaban; Epa! Tú! Psst. Psst… Se dió vuelta y era un viejito, un viejito muy viejito que le dijo:

-Ven, yo te salvo y trae a los otros; la Esperanza, la Fe, la Confianza, el Entusiasmo, la Alegría, el Trabajo y sobre todo a la Patria; y así se subieron a un barco muy rudimentario, pequeño y modesto, y comenzaron a remar, dieron la vuelta y habían llegado al mismo lugar de donde habían salido, su país, nuestro país, EL PAÍS; y que se habían salvado por muy poco, al buscar al viejito para agradecerle ya éste se había ido, pero en ese momento se encontraron con la Sabiduría y esta le preguntó al Amor ¿Tu sabes quién era ese viejito que te salvó? No, dijo el Amor, ¿Quién es? Ese señor es el Tiempo, contestó la Sabiduría.

Hay quienes afirman que solamente el tiempo puede ayudar que se supere una crisis y soltar para olvidar lo que ya no está, pero no es inerte, sentado, ignorante, insensible y desorganizado que vamos a superar la crisis.

¡Hermanos! Compatriotas, compañeros, condiscípulos y amigos, es necesario recordar a Antonio Gramci cuando nos decía:

Instrúyanse; porque necesitamos toda nuestra inteligencia,

Conmuévanse; porque necesitamos todo nuestro entusiasmo,

Organícense; porque necesitamos de todo nuestra fuerza.

!Venceremos¡

Wilmer Iglesias

Mérida- Venezuela

 

Comentarios

18.Ago.2019 12:02 pm
Zuleima Flames (Mérida) dijo:

Solo el Tiempo con Amor arregla y sana todo. El tiempo de Dios es perfecto, con Inteligencia, Entusiasmo y mucha fuerza espiritual saldremos Victoriosos. En tiempos difíciles, el amor, la fe, la inteligencia, el entusiasmo, la esperanza, nos fortalece para seguir adelante.